Versión del clásico de Shakespeare estrenada en el 65º Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida.
Editorial La Moderna
El general Tito Andrónico regresa victorioso a Roma tras diez años de guerra contra los godos, donde ha visto morir por el Imperio a la mayoría de sus hijos. Para celebrar la paz, los que le quedan vivos exigirán un último sacrificio en aras de cumplir con el rito sagrado: descuartizar al primogénito de la reina goda Tamora, a quien Tito se ha traído a Roma como trofeo de guerra, y ofrendar sus miembros a los dioses. Desde ese mismo momento, en que ve despreciados sus ruegos por la vida de su hijo, Tamora solo vivirá para ajustar cuentas con el linaje de los Andrónicos y llevarlos hasta el límite del dolor que puede soportar un ser humano. Pero la respuesta de Tito será la más cruel y excesiva de las venganzas.
Entre la ciega obediencia a la ley y la tradición (o, lo que es lo mismo, al emperador) o la elección individual. Entre el mundo antiguo de los mayores y el mundo nuevo de los jóvenes. Shakespeare nos da a escoger: ¿seremos capaces de conocer la verdad y afrontar sus consecuencias o dejaremos que la ignorancia nos proteja del dolor? ¿Sabrá vivir su vejez en paz quien lleva toda su vida haciendo la guerra? La solución a estos enigmas (y una alerta sobre el abuso de poder) quizá se encuentre entre la decena de asesinatos, la violación, el canibalismo y las mutilaciones.
Una mezcla de violencia extrema y humor negro al más puro estilo Tarantino que hará las delicias de los fans de Juego de Tronos.
